24 febrero 2007

Misión Energetica


ISLA MRGARITA.
Energía, horario pico, consumo, se han vuelto palabras de moda en Isla Margarita. Hace varias semanas que jóvenes venezolanos y cubanos sustituyen aquí bombillos incandescentes por ahorradores, explican las ventajas del cambio y la necesidad de usar racionalmente los recursos naturales.
Desde las refinadas urbanizaciones de Maneiro, hasta los humildísimos ranchos de Achípano y Ciudad Cartón, mochilas a cuestas, 75 parejas de trabajadores sociales de los dos países acometen la tarea, en uno de los frentes de la Misión Revolución Energética que lanzara en este lugar el presidente Hugo Chávez.
Cuando concluyan, el los próximos días, habrán reemplazado cerca de 900 000 bombillos ineficientes, y ayudado a rebajar considerablemente el consumo eléctrico de la Isla.
No obstante, los beneficios ya son notables. En diciembre, mientras la temporada turística llegaba al tope y los hoteles se llenaban de huéspedes, estaba previsto el colapso del sistema electroenergético margariteño.
A pesar de que se reportó un crecimiento de visitantes del 12,5 por ciento, la máxima demanda se comportó 15 megawatts por debajo de lo planificado, lo que evitó tener que seguir dando apagones.
Según las primeras mediciones, con los nuevos bombillos --que duran cinco veces más que los incandescentes, y gastan solo el 20 por ciento de la electricidad-- dejaron de consumirse como promedio por hogar 60 kwh al mes.
O sea, que solo con este cambio se ha logrado el alivio inmediato de la Isla, alimentada por un cable desde tierra firme y una planta de diesel, que en conjunto tributan 265 megawatts, una cifra que no solía alcanzar a satisfacer la demanda.
Para Charles Fourt, las acciones de la Revolución Energética no son nuevas. En los dos últimos años, este joven guantanamero participó en las operaciones de control de combustible en Holguín, y luego en Pinar del Río y Ciudad de la Habana, entregando equipos electrodomésticos del módulo de cocina. Pero la experiencia venezolana le ha exigido mayor preparación para tratar con las comunidades, porque a diferencia de Cuba, aquí nunca ha existido una cultura de ahorro.
“Al llegar a los barrios, la gente enseguida se moviliza, nos preguntan cómo anda la salud de Fidel, los niños vienen a auxiliarnos con escaleras o las mochilas, un vecino ayuda al otro. Se parece mucho a nuestro país por el calor de la gente”, comenta.
Carlos Medina considera muy buena la idea porque va a repercutir en su economía familiar. Nirva Morán asegura que la luz blanca de los nuevos bombillos es “lo mejor que se ha inventado para coser”. Humberto Briceño abre las puertas de su casa de par en par, porque “soy bolivariano y saludo las ideas de mi presidente, que siempre han traído bienestar al pueblo”.
Emisoras locales de radio, líderes comunitarios, médicos cubanos de Barrio Adentro y personal de las demás misiones, se han sumado también a esta gran batalla contra el despilfarro de energía.
No obstante, se sabe que no se logrará sustituir el ciento por ciento de los bombillos ineficientes. “Sobre todo en las urbanizaciones de clase media o alta, hay personas que no están de acuerdo con el presidente Chávez, y no nos dejan llegar a sus casas. El fanatismo político los ciega”, explica Almirena Millán, una muchacha venezolana, integrante de una de las ocho brigadas que laboran en Isla Margarita.
“En los barrios pobres, en cambio, nos han tratado muy bien. Hemos llegado hasta los ranchitos más apartados, a aquellos sitios que tienen fama de ser muy peligrosos por la violencia, y en ellos es donde mejor nos ha ido”.
“A veces nos agradecen tanto que no lo puedo creer”, confiesa Victoria Ramírez. “Siempre terminamos muertos de cansancio, pero al otro día nos levantamos pensando en que vamos a llevar alegría a personas necesitadas, y eso nos estimula.
“En muchos lugares la gente vivía a puertas cerradas, casi no se trataban, y ahora salen a cooperar, nos dicen que quieren al Comandante Chávez, que sigamos adelante, y uno se da cuenta de que Venezuela está cambiando”.
Aunque los números que se manejan son aún inexactos, se sabe que el cambio de 52 millones de bombillos en todo el país, representará un considerable ahorro en toneladas de combustible y en millones de dólares. Pero lo más importante, es el ejemplo que desde aquí –la nación de mayores reservas de petróleo-- se está dando al mundo, en función de preservar el medio ambiente y la especie humana.
Recuadro
Hasta el momento, trabajadores sociales de Cuba y Venezuela han cambiado más de 8 736 000 bombillos ineficientes por ahorradores, en diez de los 24 estados del país.
Durante enero, está previsto incorporar otros 11 estados, y llegar a los 20 millones de bombillos reemplazados.
La Misión Revolución Energética incluye además la instalación de sistemas de grupos electrógenos, la sustitución de hidrocarburos por gas natural en la generación eléctrica, y el empleo de fuentes renovables de energía.